El virus puso a María Rosa frente a la muerte. ?Ves que se te muere gente al lado. He visto morir a cinco personas y piensas, bueno, la próxima seré yo?, reconoce. Estuvo ingresada tres largos meses y después aislada en su residencia. ?Encerrados en una habitación, sin ver a la familia, nada más que a esa persona que entraba y cuando salía te cerraba la puerta. Eso es muy duro eh?, cuenta. La soledad es la otra pandemia a la que se ha enfrentado. Ahora, ya curada, se conforma con hablar con sus compañeras de las habitaciones de al lado por teléfono y quiere enviar un mensaje: ?Que se puede salir y se saldrá y al final acabaremos con el bicho?. Su historia es una de las muchas que recoge un estudio del CSIC y una empresa que reparte medicación a las residencias. Juntos analizan sus datos para aprender de lo vivido. Buscan cuáles son los factores de riesgo y cómo proteger a nuestros mayores.