Son cientos de miles de familias las que están atravesando meses muy complicados económicamente por no recibir ningún ingreso. Algunas de ellas podrían optar por el ingreso mínimo vital que va a poner en marcha el próximo mes de junio el Gobierno central. Por ahora lo que les queda es la solidaridad vecinal en sus barrios. Porque muchos de los barrios obreros de las grandes metrópolis españoles comienzan a registrar en sus calles larguísimas colas de personas pobres que esperan durante horas para conseguir algo de comida gratis. En esta pandemia la solidaridad de vecinos y comerciantes está paliando el hambre, porque los servicios sociales del Ayuntamiento, por ejemplo de Madrid, no están dando respuesta a esta nueva situación.