Las pilastras de la plaza de Santa Ana, que fueron demolidas por un camión de forma accidental el pasado Carnaval, se restituyen por fin.

La cantera Mecohersan, una empresa familiar de labradores, ha iniciado las obras para reponer la cantería que se rompió del muro situado frente al Obispado. Un camión perdió el anclaje y se movió unos 300 metros y alcanzó la estructura exterior de la plaza.