‘Fórmula Mel’ para sepultar la maldición del chicharro. El técnico madrileño de la UD Las Palmas -que mañana (21.00 horas) suma su quinto clásico canario, uno en el banquillo del CD Tenerife- ha intensificado en los últimos días el trabajo psicológico. Con las ausencias de Sergio Araujo y Francisco Jesús Crespo García ‘Pejiño’ -regresaron al trabajo con el grupo pero están carentes de ritmo-; así como la del extremo canterano Clau Mendes, la receta mágica reside en potenciar la motivación.

El poder de la mente, una presión sanguinaria, salir a la contra como un Binter y ser contundentes en las dos áreas. De Valles a Rober. Responder de forma unitaria ante un rival que le tiene tomada la medida al recinto de Siete Palmas -una victoria, seis empates y dos derrotas en 2011 y 2014-.

La partitura de un entrenador que no sabe lo que es ganar en un clásico canario -derrota con el Tenerife ante la UD, otro bofetón de amarillo y los dos últimos empates-. La notable actuación en Montilivi (1-1) ante el Girona es el regreso a la esencia de una UD supersónica. A falta de dos sesiones de trabajo en el Gran Canaria -hoy (10.30 horas) y mañana (11.30 horas)-, se ha reducido la carga física para elevar las horas de terapia motivacional. Una sobreexcitación, bien encausada, que debe valer de gasolina para finalizar con seis años de sequía sin tumbar al ogro del Teide. Tras la última victoria de la UD, con el gol de Vicente (89’) y Lobera en el banquillo isleño, van tres empates consecutivos y dos tantos -con los goles de Hernán Santana y Sergio Ezequiel Araujo-. Una rédito pírrico en 270 minutos de frustración.

El madrileño, que sí tumbó al Sevilla dirigiendo al Betis, exige una presión salvaje sin balón

Las únicas dudas en el once de la UD para acabar con la pesadilla del chicharro son Fabio González y Pietro Iemmello. El mediocentro de Ingenio cumplió con su rol, en la mejor actuación del curso, pero Mel medita dar entrada a Kirian Rodríguez. El mediapunta tinerfeño -suplente ante el Girona- acumula ocho titularidades.

Lo del tanque italiano es un expediente ‘X’. El ex del Perugia desaprovechó ante el bloque gerundés su primera titularidad. La aparición de Edu Espiau, al borde de la hora del encuentro, encendió la luz. Atacó los espacios y dio salida a los centrocampistas. El día y la noche. Kirian y el ariete isleño llaman a la puerta del clásico del silencio. El resto, un bloque de hormigón armado, de Valles a Rober.

Gloria en Nervión

El novelista Mel, en su trayectoria como preparador del Real Betis, alcanzó los 202 partidos oficiales. Se enfrentó en siete ocasiones al Sevilla FC en el gran derbi de la ciudad de la Torre del Oro. Solo firmó una victoria y fue en Nervión en mayo del 2012, gracias a dos tantos de Beñat (1-2). También en el ciclo de estratega bético, Mel repuntó el trabajo psicológico con la profesional isleña Patricia Ramírez. Una herramienta que llevó al Betis a jugar la Liga Europa.

El plantel grancanario, tras la sesión de trabajo de mañana en el Gran Canaria, no se concentrará. Cada jugador se irá a su domicilio y a las 19.45 horas, están convocados en el recinto de Siete Palmas para la disputa del clásico del 15-N. El protocolo contra la Covid-19 convierte este episodio de los UD-Tenerife en la batalla del susurro.

Plato fuerte televisivo

En un fin de semana sin fútbol de Primera -por el parón por las selecciones-, la batalla del Gran Canaria se convierte en el gran recurso televisivo. Cambiado de horario -a las 22.00 horas en la Península-, se confía en batir un récord de audiencia. Ya luce la etiqueta de duelo de la jornada y tendrá el respaldo de Movistar Partidazo. Ante el desierto de cemento, los fotogramas de pasión se traslada a bares y residencias de los aficionados.

Aythami, el gran capitán, contra Suso, Sol, Zarfino y Nono. Sergio Ruiz reta a Vada, Folch y a Aitor Sanz. Es el clásico más psicológico. De la pasión a la reflexión.