El Chino se ganó el perdón. Dos misiles renacentistas en el Gran Canaria, armados de una plasticidad de otra categoría, elevan a Sergio Ezequiel Araujo -126 partidos de amarillo, 38 dianas- a la condición de Mesías -término utilizado por Mel para definir al timonero Javi Castellano, en el inicio y ante la juventud del plantel-. Con ustedes, la UD de Araujo y la UD del novelista.
Con 235 minutos en esta edición liguera y tres dianas, la capacidad de sortear centrales y destrozar el cuero evoca a la rutina de la 2014-15 en la que logró 25 tantos. El Palermo italiano puso 15 millones sobre la mesa (julio de 2015) y este ariete de enorme capacidad de movilidad quedó preso de su aura. “Si lo vendemos después de lograr el tanto del ascenso y sumar 25 dianas, nos queman el club”, repetían los dirigentes amarillos en su propósito de rearmar el bloque en la liga de las estrellas. Fuera del barro, de los marcajes medievales, el Chino ha tenido un recorrido escaso en la máxima categoría: 43 partidos y siete dianas en cinco años.
El tanto el ascenso del 21-J le costó carísimo a Araujo. Esclavo de la fama. Hijo de la gloria. En el ecuador de julio de 2015, al inicio de la pretemporada, llegó con ocho kilos de más. Ya nada volvió a ser igual. Pero el pasado sábado, en el recinto de Siete Palmas, con sus dos apariciones estelares, ha convertido en anécdota un pasado tortuoso.
El ‘caso Chéster’ -salida sin permisa del club-, un positivo en un control de alcoholemia y los goles de la UD que pasaron a ser cosecha de Jonathan Viera, Willian José o Prince Boateng. Cesiones al AEK de Atenas -reseñar el título conquistado de la Superliga de Grecia con el costalero Manolo Jiménez-, lesiones y una irregularidad manifesta. Vivió de esa imagen del éxtasis, el tanto a Bono ante el Zaragoza en la vuelta de la final del playoff, tras la chilena de Patalavaca de Aythami Artiles, durante cinco años. Hasta que llegó el millonario Almería de Gomes, un gigante herido.
A sus 28 años, con su condición de centenario de amarillo, está obligado a marcar las diferencias. No solo por su sueldo, sino por su talento descomunal. En esas zonas muertas, cuando cae un balón del más allá, se maneja como nadie.
El pase de Ruiz, lo convirtió en un Goya. El balonazo de Curbelo, tras asistir de cabeza Kirian, lo transformó en un Van Gogh. Goles de bandera que cautivaron a los rostros televisivos Gerard López y Martín Vázquez en la ventana de Movistar Vamos. “Araujo y la UD están obligados a luchar por colarse en la Primera. No pueden permanecer en zona de nadie, y menos con un jugador de la categoría del argentino. En estas dos últimas campañas, no se han clasificado en el playoff. Mira qué jugadores...”. A 2.000 kilómetros, el fenómeno ‘Chino’ se ha convertido en tema de conversación. Casi como la retórica de Fernando Simón, en estos tiempos del virus de combate al virus.
“Si se centrase, sería imparable. Es que no conozco un jugador con esa capacidad de definir con tantos alardes técnicos”, esbozó el extécnico del Tenerife, José Luis Oltra, durante la retransmisión del pulso.
Libertad de movimientos -sin la presencia de Rubén Castro o Mir- y la concesión de todo el protagonismo. Eso es mérito de Mel, que luce su condicion de psicológo.
Roque, Calleri, Montoro...
La huella de Araujo en Primera es testimonial. Willian José -162 partidos en la máxima categoría y 58 goles- es una referencia y jugó contra el Chino en ese 21-J, como delantero del Real Zaragoza.
El brasileño, tras su año de cesión en la UD -9 goles-, se puso en el escaparate. Las Palmas no ejecutó la opción de compra -de solo 7 millones- y se inclinó por Prince Boateng -10 tantos en la 16-17-.
Calleri -9 dianas-, que aprovechó su paso por la Isla para jugar en el Alavés, Espanyol u Osasuna, o Rubén -30 tantos en dos campañas - sí potenciaron sus recursos. Tras la marca de 25 dianas, Araujo solo ha podido llegar hasta 5 (2015-16). Roque o Montoro también han volado del amarillo hacia el estrellato.
El gol de Araujo al Madrid, en la misma portería de Naciente del 21-J, fue otro giro hacia la nada. Hasta que se cruzó el Almería. Mel puso en el diván a un héroe devorado por la fama y sale una versión indomable. Siéntense, pongan la TV. El Chino está de vuelta. Es el Mesías.
El club isleño no abandona el 'playoff'
Con el cómputo total de los resultados de la sexta jornada de LaLiga SmartBank, la UD desciende de la sexta a la octava plaza. Con nueve puntos en seis contiendas -dos victorias, tres empates y una derrota-, los amarillos durmieron el pasado sábado en la zona de privilegio tras doblegar al Almería. En la jornada de ayer, el Málaga logró un triunfo de oro en La Romareda ante el Zaragoza de Baraja (1-2). Con ese tanteador, el bloque boquerón se hace con la meritoria sexta posición. El conjunto de Mel afronta ahora dos semanas de una exigencia encomiable con cuatro partidos. Este miércoles, el recién ascendido Castellón visita el recinto de Siete Palmas tras sufrir un doloroso tropiezo ante el Lugo. La última ocasión que el equipo valenciano pisó la Isla se remonta a noviembre de 2009 -tablas (2-2)-. El triunfo más reciente fue en abril de ese año. | P. C.
