El precio del riesgo. Nueve fichajes y un cambio de orden radical. De disponer del segundo tope salarial de LaLiga SmartBank (19,2 millones) a sello exótico de la clase media. La UD aspira a convertirse en el matagigantes de plata. Con el sueldo de David Timor -35 partidos en la 2018-19 y un gol-, que era de 1,2 millones en la Isla, el director deportivo Luis Helguera ha diseñado un bloque vertical, con la misión de sumar victorias y generar patrimonio. Gloria y dividendos.
Con la sapiencia de Tino Luis Cabrera -secretario técnico de la entidad-, Las Palmas acudió al mercado con una declaración de intenciones. “No hay margen para el desaliento, el escudo no se rinde”, realzan a modo de eslogan en la zona de mando, tras levantarse de la lona ante Fuenlabrada y Zaragoza.
Ale Díez (222’ de juego) -debe estar tres meses en el dique seco tras pasar ayer por el quirófano-, Enzo Loiodice (268’), Óscar Clemente (25’), Tomás Cardona (16’), Pejiño (237’, un gol), Rober (309’, un gol), Sergio Ruiz (349’), Pietro Iemmello (debuta el domingo) y Jonathan Silva (aún sin estrenarse) conforman la nómina de refuerzos. Lucen una medida de edad de 22,8 años.
A los que cabe sumar la repatriación de Edu Espiau, Araujo o Rivera. Sin olvidar la explosión de Clau Mendes (19 años). Los efectos devastadores de la Covid-19 han obligado a reducir el informe contable casi a la mitad -ahora de 8 ‘kilos’-.
La comprometida situación de Raúl Fernández -de baja hasta enero- fue aprovechada para concederle ficha a Ismael Athuman, defensa inédito (dorsal 13), sin recorrido en la esfera profesional y que llega del vivero -se curtió a las órdenes de Juan Manuel Rodríguez-. El segundo portero es el prometedor Álex Domínguez (dorsal 33) y el talante kamikaze es incontestable.
Todo o nada. Siete goles a favor y siete en contra. Cinco puntos y puesto décimo tras cuatro jornadas. Duelos salvajes de ida y vuelta. La UD ha despertado el interés del aficionado, que alucina con versiones tan antagónicas. Capaz de bailar la ‘Fuenla’ y luego verse arrollado para empatar sobre la bocina. Bailar al Zaragoza y regalar dos tantos. Padecer ante la UD Logroñés y arrancar un triunfo capital con un tanto de Rober -su estreno en realizador en la élite a sus 19 años-.
El extremo, a préstamo por el Betis -gracias a Tino Luis-, es una de las cinco cesiones. Se suman a Cardona, Ruiz, Pietro y Silva -en estos casos sí hay opción de compra-.
Sin la billetera de la 2017-18 -tope salarial 30 millones y 16 fichajes- o de la 2018-19 -19,2 ‘kilos’-, la UD del vértigo reta el domingo al Málaga en La Rosaleda (15.00, Movistar LaLiga). Puede pasar cualquier cosa. Se advierte al televidente, que el grado de excitación será máximo. Con 25,72 años de media de edad -las 25 fichas profesionales-, el coste de la nómina de nueve refuerzos supera levemente el millón (sueldos y precio de las operaciones). Es el bajo desde la 2005-6 en Segunda B. El apetito no tiene límites. Esclavos del riesgo. Generar patrimonio y gloria. Es el lienzo de Helguera.
