La fiscal pide prisión permanente revisable por el asesinato de Nono

Un jurado popular juzgará a partir de este lunes a una pareja acusada de secuestrar y golpear hasta la muerte a Nono, un vecino de Las Palmas de Gran Canaria con una discapacidad psíquica del 66% y dificultad para caminar debido a un problema en las piernas. La Fiscalía sostiene que el motivo del crimen era retenerlo durante una semana en su domicilio para trasladarle el día en el que cobraba 1.100 euros de prestaciones a un cajero y robarle el dinero.

La fiscal pide la prisión permanente revisable para el acusado J. B. S. por un presunto delito de asesinato con alevosía a persona especialmente vulnerable y seis años más por la supuesta detención ilegal. La acusada Y. R. S. se enfrenta por su parte a una pena de 18 años de prisión por un posible delito de homicidio por omisión de auxilio con otros seis años por el secuestro. 

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Los hechos tuvieron lugar entre el 14 y el 21 de septiembre de 2021 en el barrio de Zárate de Las Palmas de Gran Canaria. "Localizaron a Nono y lo metieron por la fuerza en el interior de un vehículo, llevándolo a la vivienda que ambos compartían", describe el escrito de acusación. Allí supuestamente permaneció en una pequeña habitación sin puerta, con un somier y un colchón como único mobiliario.

Los hechos tuvieron lugar entre el 14 y el 21 de septiembre de 2021 en el barrio de Zárate

El día 16 Nono habría explicado a sus captores que su cuenta bancaria la guardaba un taxista de confianza para que no se la quitasen y se quedasen con su dinero, como había ocurrido antes, así que le trasladaron a la vivienda durante unos minutos. 

De regreso en el domicilio de la pareja, el agredido "permaneció en todo momento atado con cuerdas por las muñecas y los tobillos, quedando atado al somier de la cama cuando ambos abandonaban la vivienda, siendo desatado en las ocasiones en que fue obligado por el acusado a limpiar los excrementos del perro", describe la fiscal. 

Golpe mortal

El 22 de septiembre, cuando la víctima estaba atada y sentada en la cama, recibió un golpe mortal al ser empujado por la cabeza contra la pared. La fiscal sostiene que quien propinó el golpe fue J. B. S. y después ambos le trasladaron a una habitación, en la que habría fallecido al cabo de unas horas.

La pareja llamó al 112 y dijo a los agentes que J. B. S. había acogido a Nono días atrás y, al volver a la vivienda, había encontrado el cadáver.