Había sido condenado por matar a su perro golpeándolo con un sacho en abril de 2018 y tenía prohibido acercarse a animales, pero la Guardia Civil lo sorprendió con ocho perros, siete ovejas y diez gallinas en una finca de Gáldar.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) detuvo el pasado 9 de noviembre a J. P. R. B. por un presunto delito de quebrantamiento de condena después de que una sentencia le inhabilitara durante 32 meses para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación los animales y para su tenencia.

Una asociación de defensa de los animales fue la que informó a la Guardia Civil de que el hombre, que además había sido condenado a diez meses de prisión pero que quedó suspendido por un curso de concienciación, volvía a tener animales en la finca de su propiedad y además trabajaba con ellos, según indicó la Benemérita.