La figura de Vicente C. estaba impoluta hasta el pasado domingo, 28 de octubre. Su club de taekwondo, el Hodori de Arucas, salía cada dos por tres en los medios gracias a los buenos resultados de sus alumnos en los diferentes campeonatos en los que participaban, tanto a nivel regional como nacional e incluso internacional. Además, su director se preparaba para participar como candidato en las elecciones a presidente de la Federación Canaria de Taekwondo.

Aquel día, sin embargo, tuvo lugar su detención por parte de la Guardia Civil después de que la madre de uno de sus deportistas presentara una denuncia por presuntos abusos sexuales a su hijo, menor de edad. Pasados ya diez días, el profesor continúa en prisión preventiva después de que el juez decidiera encarcelarlo sin fianza tras conocer su testimonio y el de la presunta víctima.

La historia deportiva de este reconocido taekwondista se comienza a escribir con tan sólo 8 años, cuando decide junto con su padre y su hermano iniciar la práctica de esta modalidad que nació en Corea del Sur. Lo hacía en el Gimnasio Kee de Las Palmas de Gran Canaria. Allí dio sus primeras patadas y se llegó a convertir en maestro. El camino hacia la docencia de la materia se inició en el colegio aruquense de La Goleta, donde el taekwondo empezó a formar parte de las actividades extraescolares. Allí hizo de este deporte uno de los más populares en el municipio del norte de Gran Canaria.

Y así fue como nació el Gimnasio Hodori. Corría el 1 de enero del año 1986 cuando la casa terrera situada en el número 43 de la calle Cerrillo de Arucas abría sus puertas. A partir de ahí empezaron a caer un sin fin de medallas para sus alumnos, entre ellos numerosos campeonatos de Canarias como los logrados el año pasado por cuatro de sus componentes en distintas modalidades. Con las vitrinas llenas de trofeos, Vicente C. comentaba en un reportaje publicado en este periódico en enero de 2016 que tres décadas antes "era difícil de imaginar" que se iban a convertir en uno de los gimnasios de referencia en el Archipiélago. "Pero lo cierto es que estamos aquí 30 años después con más gente, más actividades deportivas y las mismas ganas", añadía.

Y es que por las salas del Hodori pasan a diario más de un centenar de alumnos de todas las categorías, desde prebenjamienes hasta máster, para practicar artes marciales al incluirse durante los últimos años la modalidad de hapkido. Por el camino quedaron otros deportes en los que Hodori también estuvo presente, aunque con menos éxito, como el tenis de mesa, el baloncesto o el fútbol sala.

Uno de sus últimos proyectos es convertirse en presidente de la Federación Canaria de Taekwondo. Vicente C., de 53 años, es muy crítico con la actual junta directiva. "Trabajan para su beneficio propio", llegó a decir en una entrevista concedida recientemente a una televisión local. En la misma achacaba a los miembros de todos los males que, en su opinión, rodean a este deporte en el Archipiélago. Por ello puso en marcha una plancha para participar en los comicios que se celebrarán el próximo mes de diciembre.

Sin embargo, todo cambió el 28 de octubre. Una denuncia por presuntos abusos sexuales a un niño hizo que primero fuera detenido. Quienes le conocen dudan de lo ocurrido. Cerca de un centenar de personas defendió el pasado lunes la inocencia del maestro Vicente después de que saliera en los medios de comunicación su arresto. Achacaban algunos de los asistentes a un episodio de "despecho" por parte de una mujer.

La realidad es que desde hace una semana duerme en una celda de la cárcel de Salto del Negro. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Arucas decidió enviarlo a la prisión preventiva y sin fianza como presunto autor de un delito de abusos sexuales sobre un menor con posible acceso carnal.