El proyecto Uso de ozono para la reutilización de equipos de protección especial (EPI), en el que ha participado la Universidad de La Laguna (ULL), ha revelado que el estrés oxidativo inducido por la exposición al ozono eliminó el virus SARS-CoV-2 en diferentes EPI en determinados tiempos de exposición, concentraciones y condiciones de humedad relativa.

Según ha informado la ULL este martes en un comunicado, el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, perteneciente al centro, forma parte del consorcio de varias entidades sanitarias canarias que desarrollaron el estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista Antioxidantes.

Los investigadores contaminaron diferentes EPI con una cepa inactivada del coronavirus, los trataron con diferentes concentraciones de ozono, tiempos de exposición y condiciones de humedad relativa, y luego evaluaron mediante PCR la presencia o la ausencia posterior a tiempo real de los 3 genes del SARS-CoV-2.

El estudio no detectó el virus en EPI tras una exposición al ozono de 30 segundos y 10,000 ppm (20 gramos por metro cúbico) de 5 minutos a 4.000 ppm y de 10 minutos a 2.000 ppm. A concentraciones de ozono más bajas, 4 a 12 ppm (0,008 a 0,024 g / m3) los efectos dependían en gran medida de las condiciones de humedad relativa.

Los investigadores concluyeron por ello que el estrés oxidativo inducido por la exposición al ozono eliminó al SARS-CoV-2 en diferentes EPI bajo tiempos de exposición apropiados, concentraciones de ozono y condiciones de humedad relativa.

Unos hallazgos que podrían contribuir a disminuir el riesgo de contaminación de equipos de protección personal y aumentar su disponibilidad "en periodos de rotura de stock", como ya ocurrió en el mes de abril de este año, ha informado la ULL.

El próximo paso del proyecto incluirá estudios que empleen cepas clínicas infecciosas del SARS-CoV-2.