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Javier Durán

Reseteando

Javier Durán

La abuela que cosifica a su nieta reina

Hasta que no se demuestre lo contrario, Menchu Álvarez del Valle, la abuela de la reina, ha dejado como legado tras su reciente muerte a los 92 años una larga conversación con opiniones sobre la corona, Vox y Pablo Iglesias, entre otras cuestiones.

La periodista radiofónica se despacha a gusto y muchos se preguntan si el periodista tenía o no autorización para grabar la conversación. El matiz importa poco una vez que ha trascendido el meollo: le da igual el respeto a la institución monárquica y entra al trapo sin tapujos, igual que cualquier otra abuela que le lee la cartilla con cariño a su nieta preferida. La filtración humaniza a la Zarzuela, envarada tratando de controlar la positividad de su imagen frente a la negatividad que le llega de Emiratos Árabes cada dos por tres. Los Reyes corren el riesgo de morirse de aburrimiento, y que la sociedad los acabe viendo finalmente como auténticas figuras de porcelana que ni sienten ni padecen. La entrevistada o no -está por dilucidar- recuerda, sin ir más lejos, que le advirtió a su nieta que iba a cometer un error al casarse con Felipe VI, porque aquel no era su mundo e iba a padecer muchas presiones como mujer plebeya divorciada. Habla del coletas, así lo llama, y de su chalet en Galapagar, y del líder de la ultraderecha, al que considera el único salvador posible para la situación por la que atraviesa el país. No le hace por tanto un favor a la reina y al rey, más bien echa carbón en la caldera de los republicanos, una vez más excitados por la denuncia londinense de Corinna a Juan Carlos I por acoso contra su persona a través de los servicios secretos españoles. La yaya, que siempre ha ido por libre, constituye, pese a su facherío, un aire acondicionado que llena de frescor una institución apolillada, prematuramente envejecida, rota por dentro y necesitada de conexión con sus alrededores. Esta conversación de origen extraño y de finalidad aún más solapada baja la monarquía al mundo de los vivos: una abuela que sabe que se va y que aporta su granito de arena -sin baboserías- para cosificar reyes, palacios y boato.

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