La Provincia - Diario de Las Palmas

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Olga Seco

Fomas de mirar

Olga Seco

A vista de pájaro

Hay cosas que se apoderan de los seres humanos y los transforman en resentidos. Desde hace tiempo (lo considero de vital importancia) procuro no ver en todos los semejantes la sombra de la empatía. Dicho de otra manera, creo que muchas personas que buscan nuestra cercanía, son la carencia disfrazada de proximidad.

Hay cosas que deben rehusarse desde un primer momento. ¡Las personas con falta de criterio propio son muy peligrosas! No, no está la vida para simpatizar con todo el mundo. Lo insignificante, siempre, busca rebajar el valor ajeno y así generar caos. ¿Cómo se parchean momentáneamente los tormentos vitales? El camino más rápido (opinión subjetiva) y el que proporciona una satisfacción instantánea es el de la queja y el reproche.

Hay personas que no son conscientes de su insignificancia. Ya saben (sonrío) junto a la trampa del confort hasta el más desgraciado parece “alguien”. Qué tiempos estamos viviendo... Es muy cansino, no poder llamar a las cosas por su nombre: el vivir en una sociedad hipersensibilizada es lo que tiene. Cuando se trata de pensar con claridad la moral decadente es un lastre.

La neutralidad de la moral se logra viendo el mundo a vista de pájaro. Ser políticamente correcto es ser un puto clon de clones; conformarse con ser uno más es simpatizar con la euforia que solo se vive en manada

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Hay veces que es importante desprenderse de algunos códigos éticos e incorporar otros. Aunque, claro, también veo la dificultad: todos, directa o indirectamente, tenemos influencias judeocristianas y a la hora de pensar con claridad lo imaginario se convierte en lastre. La neutralidad de la moral se logra viendo el mundo a vista de pájaro. Ser políticamente correcto es ser un puto clon de clones; conformarse con ser uno más es simpatizar con la euforia que solo se vive en manada.

La introspección está pasada de moda, pero es la única (opinión subjetiva) que nos proporciona el orden suficiente para escapar de tanto abandono. Todo lo importante empieza con un silencio. Sí, la soledad es una amarga delicia, que solo el valiente se arriesga a probar.

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