Prisión preventiva comunicada y sin fianza. Eso es lo que ha ordenado el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria para la madre y el hijo que agredieron este martes a una vecina con un martillo y un cuchillo en el barrio de La Isleta, supuestamente porque les molestaba el llanto de su bebé.

La autoridad judicial de guardia les imputa un delito de lesiones ya que agredieron a la víctima con armas blancas en el rellano del portal del inmueble, donde agresores y víctima vivían en comunidad.

Los hechos ocurrieron el pasado martes en la calle Tecén de La Isleta, cuando María, la madre del bebé, fue amartillada y acuchillada por una madre y su hijo al molestarles presuntamente el llanto del pequeño, de año y medio, que había quedado al cuidado de un hermano de la víctima. Ambas familias vivían en el mismo inmueble del popular barrio.

La mujer, de 35 años, evoluciona favorablemente de las heridas de la agresión que le propinaron los vecinos en la cabeza, en la frente y en los brazos cuando iba a entrar a su vivienda, en el tercer piso del edificio. Los agresores sorprendieron a la víctima en el segundo piso, donde vivían ambos y comenzaron a agredirla sin más.

María intentó zafarse de los agresores y avisar a gritos a su hermano, quien rápidamente pidió ayuda a la policía mientras los vecinos salían a socorrerla alertados por las voces.

Los vecinos pudieron frenar la situación pese a la violencia de los agresores, que impedían incluso que la mujer huyera a la calle, según testimonios vecinales del incidente. "Si no abrimos la puerta, la hubiesen matado", comentó una vecina.

Tras la agresión, la madre y el hijo subieron tranquilamente a su casa dejando a la víctima en un charco de sangre en el portal, mientras llegaban los servicios de Emergencias y policiales a socorrerla.

La víctima fue trasladada urgentemente al hospital Doctor Negrín por los servicios de Urgencias del Servicio Canario de Salud, y permaneció consciente en todo momento pese a la gravedad de las heridas. La joven recibió decenas de puntos de sutura para cerrar los cortes y golpes que le habían propinado sus agresores.

La Policía Nacional tuvo que tirar la puerta abajo de la casa de los agresores para detenerlos y reducir incluso a la mujer, que aún llevaba el arma blanca en la mano con la que había acuchillado a su vecina. Su hijo, también tuvo que ser reducido que se resistía a ser detenido por los agentes.

La madre y el hijo fueron arrestados y llevados a las dependencias judiciales a la espera de que el juzgado de guardia se hiciera cargo del caso. Ayer fue ordenado el ingreso en prisión preventiva comunicada y sin fianza a la madre y al hijo.