Todos los sindicatos del Cabildo de Gran Canaria han mostrado su rechazo a la propuesta del gobierno insular de Antonio Morales de desgajar el área de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura, dirigida por la socialista Guacimara Medina, para incluirla en la de Presidencia, en manos de Teodoro Sosa, de Nueva Canarias (NC).
Ese cambio en el organigrama del Cabildo se trató el pasado 30 de noviembre en la Mesa General de Negociación Conjunta (Personal funcionario y laboral) y los representantes de los trabajadores se opusieron a esa modificación, anunciada por el tripartito desde el inicio del mandato con el argumento de unificar las actuaciones en Risco Caído, al considerar que “supone una mayor carga de trabajo al personal afectado”, según se recoge en un escrito del sindicato Sepca.
“A tenor de lo informado tanto por la propia Consejería de Cultura como por la Unidad de Organización, Planificación y de Inspección de la Calidad de los Servicios, tal como obra en la documentación remitida por Recursos Humanos, entendemos que no se justifica dicha adscripción por razones de eficiencia y eficacia ni para la mejor defensa, con objetividad, de los intereses generales, sino que se trata de una medida puramente de voluntad política”, sostiene Sepca.
A juicio de este sindicato, si ya la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico “era deficitaria en medios y recursos para realizar las funciones propias de las competencias insulares en dicha materia, con el traspaso a la Consejería de Presidencia, dicho déficit se ha acentuado más si cabe”.
“Obviamente”, añade el escrito, “respetamos la potestad de autoorganización de la Administración y el derecho del presidente para establecer la estructura organizativa que considere más adecuada, pero dicha potestad no es ilimitada y no puede saltarse lo dispuesto en nuestro ordenamiento jurídico, empezando por lo que dispone la Constitución”.
Sepca muestra su satisfacción por el hecho de que existiera unanimidad sindical en el rechazo a dicha propuesta, como ha sucedido en recientes mesas de negociación.
