El Cabildo de Gran Canaria licita por 800.000 euros la mejora de la Depuradora de Cabo Verde en Moya, lo que no solo permitirá duplicar su capacidad de producción de agua, sino destinarla en su totalidad a riego agrícola.

Así, la capacidad de esta planta del Consejo Insular de Aguas pasará de 750 metros cúbicos al día a 1.500 y además con eliminación de nitrógeno por debajo de 15 miligramos por litro tras el tratamiento primario, de manera que en vez de agua depurada preparada para verter pase a ser agua regenerada preparada para regar.

El proyecto, que contará con un plazo de ejecución de ocho meses, también reducirá los costes de explotación e incrementará la eficiencia energética del proceso de regeneración, detalló el consejero Aguas del Cabildo, Miguel Hidalgo, en su recorrido de la planta junto al alcalde de Moya, Raúl Afonso. Y es que actualmente la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Cabo Verde recibe agua por encima de su capacidad, una situación que quedará resuelta con la ejecución de este proyecto de mejora y ampliación.

En primer lugar, será proyectada una nueva entrada del agua bruta en la parte alta de la Depuradora, además de un nuevo desarenador que trabajará a mayor velocidad en la eliminación de las partículas más pesadas del agua, tales como cáscaras o semillas, para que los equipos de procesos posteriores no se atasquen ni se sobrecarguen.

Además, con el fin de mejorar el rendimiento de la planta, también  aumentará la superficie de decantación secundaria, para lo que se construirá un nuevo decantador que trabajará de manera simultánea al ya existente. Asimismo, el proyecto contempla un depósito circular con fondo cónico y cubierta, todo ello en hormigón armado, para almacenar la producción de cuatro días.

Por otra parte, se construirá un edificio que albergará un cuarto para los cuadros eléctricos y una tolva metálica, es decir, un recipiente con una abertura inferior para que su contenido pase poco a poco a otro de boca más estrecha con el fin de que deje atrás el fango y pueda ser transportado. 

Por último, será acondicionado el Centro de Control, en el que serán reparados los desperfectos causados por la humedad, aparte de enterrar conducciones de agua y cables. La complejidad de esta actuación radica en el carácter esencial de la regeneración de las aguas residuales, lo que hace que su funcionamiento no pueda parar durante las obras, de manera que obliga a un plan de coordinación que permitirá, en cualquier caso, que en ocho meses desde el inicio de los trabajos esta zona de Gran Canaria cuente con el doble de agua para regar.