El Pleno del Ayuntamiento de Agüimes ha solicitado este lunes, a través de una moción, que el Gobierno de España y la Comisión Europea busquen alternativas al proyecto para la creación del campamento de inmigrantes previsto en el polígono industrial de Arinaga y que se paralice la construcción de la instalación.

En virtud de la moción, Agüimes insta a las administraciones que "aprendan de los errores del pasado" para buscar otra solución social y habitacional para las 1.000 personas que prevén instalar en este campamento. Fue aprobada por los 16 concejales del grupo de Gobierno de Roque Aguayro, y los representantes de Ciudadanos y Coalición Canaria, y contó con la abstención del PSOE.

El Ayuntamiento insiste en que el área escogida para albergar el campamento "no reúne unas mínimas condiciones de habitabilidad para acoger a ningún ser humano", puesto que se trata de una parcela industrial, situada junto a una depuradora de aguas residuales y sometida a las inclemencias climatológicas como el fuerte viento que sopla en esa zona, el calor y las largas horas de insolación durante el verano así como el frío en invierno.

"Los inmigrantes que se planea ubicar en este espacio acabarían hacinados bajo carpas o casetas de lona y expuestos a duras condiciones ambientales, una situación impropia de un país civilizado e intolerable para cualquier estado miembro de la Unión Europea", ha indicado el Consistorio en un comunicado.

En ese sentido, el Ayuntamiento de Agüimes ha remarcado que no está en contra del acogimiento de los inmigrantes, pero pide que se haga en un lugar y de una forma adecuada y que España, y en concreto Canarias por su pasado de emigración, "deberían mostrar total solidaridad hacia estas personas".

Y afirma que la alernativa al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco, clausurado por orden judicial el pasado mes de abril, "no puede ser un campamento que se anuncia temporal pero que podría convertirse en permanente en un polígono industrial". Por ello, insta al Gobierno de España y a la Comisión Europea a que se busquen otras opciones más dignas y humanitarias, que sean respetuosas con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Al mismo tiempo pide una política de gestión migratoria corresponsable y solidaria con Canarias, una comunidad que no puede hacer frente sola a este fenómeno. "Un macrocentro de reclusión de inmigrantes no debe ser el modelo de acogida de estas personas, ni en el polígono industrial de Arinaga, ni en el Sureste de Gran Canaria, ni en ningún otro lugar de Canarias", concluye el Consistorio.