“No soy un asesino”, afirmó ayer ante un Jurado de Las Palmas el conductor sin carné acusado de matar y robar la cartera en 2018 a un vecino y familiar suyo de 72 años de forma intencionada, tras atropellarlo en un camino vecinal que atravesaba la finca del fallecido en Fuerteventura.

“Yo no lo vi, fue sin querer”, era de noche y había un coche de frente que estaba aparcado con las luces largas puestas que “me encandilaban”, ha sostenido el acusado, Pedro Lorenzo A.B., quien durante el interrogatorio del fiscal llegó a admitir que sí lo había visto, aunque al ser preguntado varias veces sobre este extremo lo negó.

Según el acusado, la víctima, Francisco Cabrera, murió al instante, pues le tomó el pulso desde la ventanilla del asiento del copiloto tras sentir el golpe y frenar, después de arrastrar el cuerpo unos 10 metros por el camino denominado El Cardón-La Calabaza, en el municipio de Tuineje.

El procesado ha negado también haber cogido la cartera del fallecido y ha dicho que no se bajó del coche para socorrerlo porque se puso nervioso, y que seguidamente arrancó y condujo unos 14 kilómetros hasta el barranco de Pájara, donde dejó caer el vehículo y se incendió.

Después, relató que regresó a pie a su casa, que se encuentra en La Calabaza, donde también residía a unos 200 metros el fallecido, a quien dijo que esa noche se lo había encontrado en un bar, donde admite que bebió una cerveza sin alcohol pero no con alcohol y ron.

Según su versión, el atropello se produjo en una recta tras un cambio de rasante, que fue cuando vio el coche estacionado, aunque no reconoció de quién era.

El acusado ha manifestado que el fallecido lo acusaba de robarle fruta y verdura de su finca, pero que él no era el que la cogía, y ha dicho que nunca había tenido problemas con la víctima, un primo hermano de su padre, ni con el resto de su familia, a los que ha negado haber amenazado.

El fiscal rechaza su versión de los hechos, al igual que la acusación particular ejercida por la familia del fallecido, que además ha advertido al tribunal de las contradicciones en las que ha incurrido el procesado.

Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación de la familia reclaman una pena de 19 años y seis meses de prisión por los delitos de homicidio, robo y conducción sin permiso, con los agravantes de reincidencia (ha sido condenado con anterioridad por conducir sin carné y robar) y de abuso de superioridad por haberlo matado con un coche.