Desde el pasado mes de marzo, conscientes de la necesidad de contribuir a mitigar las consecuencias sociales derivadas de la pandemia de forma ágil, la Fundación DISA comenzó a desarrollar multitud de iniciativas en colaboración con organizaciones que trabajan en primera línea atendiendo a colectivos y personas con necesidades especiales. De esta manera ha vuelto a demostrar su confianza en el tercer sector y en su rápida capacidad y acción para para ayudar a quienes más lo necesitan.

Hace años que mantiene estrechas colaboraciones con entidades como Mojo de Caña, Cruz Roja o Aldeas Infantiles, por lo que desde el inicio de esta nueva situación pudo dirigir de forma inmediata su energía a ayudas con fines educativos para los más jóvenes, a facilitar la atención directa a mayores o al reparto de equipos de protección individual a organismos y profesionales que trabajan sin descanso en la prevención y en la seguridad frente al virus.

Asociación Centro Benéfico Padre Laraña

Comedor Social Nuestra Señora del Carmen

Fundación Canaria Flora Acoge

Comedor Social Cáritas Central y Caipsho

Comedor Obra Social La Milagrosa

Abierta la Línea de Ayudas Sociales de la Fundación DISA

Conscientes de la labor tan necesaria que realizan estas instituciones, la Fundación DISA ha lanzado un año más, su ‘Línea de Ayudas a Proyectos e Iniciativas Sociales’ con el objetivo de seguir reconociendo y colaborando con organizaciones sin ánimo de lucro que destinan su actividad a la atención de colectivos prioritarios y en riesgo de exclusión en Canarias, apostando por mejorar su situación, dando cobertura a sus necesidades y generando nuevas oportunidades. Cabe destacar que, en esta séptima edición (abierta hasta el próximo jueves día 19 en www.fundaciondisa.org) tendrán especial consideración aquellas iniciativas orientadas a estos colectivos y que ayuden a paliar los efectos de la crisis social provocada por la COVID-19.

Seis comedores sociales de las islas cuentan con el apoyo de la Fundación DISA


Entre todas sus acciones específicas consecuencia de la COVID-19, quiso reconocer el trabajo de los comedores sociales de las islas abriendo una línea de trabajo que les aportara recursos económicos y les ayudara a cubrir los gastos derivados del aumento de usuarios en sus diferentes servicios e intervenciones. Algunas de estas entidades, en cuestión de semanas, sufrieron un incremento de hasta un 74,2%. Estas seis organizaciones, atendidas por profesionales y voluntarios ayudan cada día tanto en sus centros propios como en los domicilios de aquellos que lo necesitan. Estos servicios, más allá de cubrir necesidades alimentarias y económicas, dotan de dignidad y humanizan situaciones personales y familiares muy duras, que siguen creciendo en número, y se agudizan con el paso de los meses.