La Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI) y la Real Federación Española de Deportes de Hielo (RFEDH) han firmado un manifiesto que solicita a las instituciones competentes a dar el paso definitivo para convertir el proyecto de Pirineos-Barcelona en una candidatura oficial de cara a albergar los Juegos Olímpicos de invierno de 2030.

Los dos máximos organismos de los deportes de invierno en España han realizado un decálogo en el que han mostrado el apoyo para que el proyecto de Pirineos-Barcelona pase a ser una candidatura oficial. En dicho documento se han detallado los beneficios que traería la organización de una cita olímpica invernal.

España no ha tenido la oportunidad de organizar nunca antes unos Juegos Olímpicos de invierno, aunque si que ha sido anfitriona de diferentes pruebas relacionadas con las prácticas deportivas invernales como un mundial de estilo libre, siete pruebas del campeonato del mundo de snowboard o dos preolímpicos.

Tanto la RFEDI como la RFEDH aprecian que el proyecto olímpico es posible, aunque mantienen que deben ser las Instituciones públicas las que jueguen un papel articulador para afianzar el proyecto.

Ambas federaciones ven los Juegos Olímpicos de invierno como una oportunidad para crear un proyecto deportivo que promocione la práctica de deportes de invierno en el país. Además, ven la posibilidad de posicionar a la región pirenaica como un territorio de referencia en la oferta de ocio deportivo invernal y una forma de aprovechar al máximo los activos naturales disponibles.

Los deportes de invierno, según datos de ATUDEM, generan 125 millones de facturación y por cada euro gastado en la estación de esquí se invierten ocho en la comarca.

De esta forma, destacan que Barcelona tiene capacidad económica y organizativa para albergar un evento deportivo que reafirmaría la herencia de los Juegos Olímpicos de 1992. Además, entraría en la historia al ser una de las ciudades organizadoras con más población de los Juegos de Invierno.