Josep Maria Bartomeu se resiste a dimitir y a convocar su voto de censura, pese a que el plazo expira este lunes. El Barça ha apurado hasta el final, aferrándose a la carta de la pandemia para intentar aplazarlo, pero al ver que el Govern se mantenía firme en su negativa ha decidido seguir con el pulso. Aplaza la decisión hasta tener la respuesta del Procicat a su protocolo de votación. Esa es la conclusión a la que la junta directiva ha llegado tras una de las reuniones que más expectación ha despertado en los últimos años. Bartomeu, que no hablaba desde el Gamper, ha roto un silencio de cinco semanas en una comparecencia en la que sentenció que "no hay motivos para dimitir" y cargó contra la Generalitat, denunciando que la gestión de la pandemia es "incompatible con estrategias partidistas".

"Nosotros siempre hemos pedido un voto descentralizado, por eso siempre hemos pedido 15 días para la logística compleja. La sorpresa es cuando el jueves nos confiman que se tiene que hacer el 1 y 2 de noviembre, por eso entonces proponemos uno centralizado", relató Bartomeu. Su último intento para salvar la cabeza había sido mandar una carta a Pere Aragonès planteando que, si no les daban dos semanas más para preparar la logística, concentrarían la votación en el Camp Nou, en lugar de los 21 puntos dentro y fuera de Cataluña que se habían previsto en el protocolo inicial.

Un 'remake' más del 'chicken game' de 'Rebelde sin causa', en el que dos pilotos conducen a toda pastilla hacia un acantilado y pierde el que salta antes del coche. En plena pandemia, con toque de queda y amenaza de confinamientos de fin de semana, el Govern y el Barça saben que sería difícil de comprender imágenes de aglomeraciones de 110.000 socios con derecho a voto en el Camp Nou.

Máximas garantías

Acostumbrados como están ERC y JxCat a jugar entre ellos al juego de la gallina, no se movieron ni un ápice de su determinación de autorizar el referéndum. "He recibido esta carta y en este sentido remitirme a lo que ha comunicado ya el Procicat y la Secretaria General de l'Esport, que el voto de censura del Barça se podía celebrar tomando medidas con más espacios y más tiempo. Es decisión de una entidad privada y nos limitamos a dar nuestra opinión", le respondió este lunes el vicepresidente en funciones de 'president' de la Generalitat.

"Si el voto se tiene que celebrar tiene que haber la máximas garantías posibles para prevenir al máximo los contagios posibles. Viendo como evolucionan, pensar que una reducción de sedes va a favorecer eso me genera dudas", había asestado horas antes en rueda de prensa Gerard Figueras. El Secretari General de l'Esport, que se ha repetido durante todo este proceso el mantra de que no había "impedimentos legales ni sanitarios" para postergar la cita con las urnas, ha reclamado al club que no ponga en riesgo a los socios reduciendo los puntos de votación. "Me interesa el club, independientemente de la junta que haya. No tendríamos que rebajar las medidas de seguridad de cara al socio del Barça. Hay un elevado número de socios en edad avanzada. En lugar de ir reduciendo la territorialización, aglutinarlo en el Camp Nou va en la línea contraria de que desde Salut se hizo llegar al club".

Bartomeu, en su comparecencia, enumeró el estado de alarma, toque de queda y la limitación de reuniones sociales para señalar su "perplejidad" ante decisiones políticas que le parecen "contradictorias" con la voluntad de la Generalitat de mantener el voto para el 1 y 2 de noviembre. "Esperamos la respuesta formal del Procicat de si se siguen dando las circunstancias legales y sanitarias. Una vez recibida, nos volveremos a reunir", comentó el presidente, que negó que se plantee la dimisión ni que haya voces discordantes en la directiva. "Pese a todo hay unanimidad, todos pensamos igual, que lo primero de todo es el Barça (...) No hay motivos para dimitir. Sería un mal momento dejar al Barça con una gestora, que no podría tomar decisiones que tomamos nosotros día a día. Son momentos complejos, extraordinarios. Después de una guerra, es el momento más difícil que vive el club".

Amenazas de los críticos

Los impulsores de la moción habían avisado que tomarían medidas si el plebiscito no estaba oficialmente fijado este martes. "Si no cumplen, tenemos previstas acciones que ahora no es momento de explicar. Pero están previstas. Estamos pendientes de la convocatoria oficial de la moción, son días convulsos en este sentido. La convocatoria se tendría que hacer como muy tarde mañana. Si no, entenderemos que la junta no la ha convocado dentro de los límites legales y es violación flagrante de los estatutos", había advertido Marc Duch, portavoz de Més que una moció.

Jordi Farré, impulsor de la iniciativa, anunció ya el viernes que denunciaría a la directiva si este lunes no fijaba la tercera votación de censura en la historia del Barça, tras la de Joan Laporta y el Elefant Blau contra Josep Lluís Núñez en 1998 y la de Oriol Giralt contra Laporta en 2008. Pero Bartomeu, que aunque no haya escrito un 'Manual de resistencia' como Pedro Sánchez ha hecho de ella su principal divisa, no ha querido alargar el partido un poco más llevándolo a la prórroga.