Dice que el interés por la neurocirugía se lo despertó "la magia de acceder al cerebro de otras personas para salvar o mejorar la calidad de sus vidas". Osmany Morales Sabina, médico neurocirujano (Cienfuegos, Cuba, 1973), comenzó la Residencia de Neurocirugía en 1997. "Estoy en mis primeros 23 años de experiencia", cuenta con humor antes de explicar que ha desarrollado "todas las subespecialidades y cada una de ellas me fascinan. En este momento dedico la mayor parte de mi actividad a la cirugía de la columna vertebral", explica este profesional que define "de amor incondicional" su relación con Canarias, donde reside desde hace varios lustros.

"Su gente extraordinaria", prosigue sobre su flechazo con el Archipiélago, "me ha dado una oportunidad única de nueva vida y me han acogido como a un hijo. Cada día me levanto dispuesto a devolverle todo el bien que me ha hecho. Hoy esta es también mi tierra".

"Creo que nos unen muchos lazos de historia, genes, sangre, amor, sudor y lágrimas", responde sobre las similitudes que desde su visión existen entre canarios y cubanos. "He conocido muchos pueblos y no he encontrado dos tan parecidos", agrega.

"Los cánones de belleza que nos han enseñado están determinados por aspectos externos", dice este conocedor de los trastornos del sistema nervioso cuando se le pregunta si el ser humano es más bello por dentro que por fuera. "Y no reniego de ellos", añade. "Pero la belleza se lleva por dentro, en lo extraordinario de nuestro cuerpo y mente, que funcionan como una máquina perfecta".

Confiesa que ha elegido para esta Escapada los Jardines de Doramas "porque es un oasis dentro de la ciudad un espacio abierto, verde, idílico... Un lujo al alcance de todos. En esos jardines he visto crecer felices a mis hijos, aprender a patinar y a montar bici", concluye.