Un grupo simpatizantes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) se manifestó este viernes ante el Consulado de Marruecos en la capital grancanaria -en las inmediaciones de la plaza de La Feria- para protestar ante el conflicto que se vive en la zona y piden la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental.

El Tribunal marroquí de Casación confirmó este miércoles, 25 de noviembre, todas las penas contra los independentistas saharauis condenados en el macrojuicio de Gdeim Izik, en medio de tensión en el Sahara Occidental tras la intervención de las tropas marroquíes, el pasado día 13, en la zona de Guerguerat y la posterior declaración de guerra por parte del Frente Polisario.

 La Corte confirmó de esta forma las sentencias pronunciadas en 2017 por el Tribunal de Apelación de Rabat contra los 23 activistas saharauis, de entre 20 años de cárcel y la perpetuidad, por su implicación en la violencia sucedida en el campamento de Gdeim Izik, en la periferia de El Aaiún en 2010, cuando murieron dos manifestantes y once agentes marroquíes.

 Los saharauis fueron juzgados en 2012 por el Tribunal Militar, pero el Tribunal de Casación obligó entonces a repetir el juicio en una instancia civil, que también entonces confirmó las penas de la corte castrense.

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Manifestación de saharauis frente al Consulado de Marruecos Juan Carlos Castro

 "Sean cuales sean las opiniones de la defensa de las dos partes, la corte ha cerrado este asunto de forma definitiva y ha finalizado el papel judicial", dijo el abogado de la parte civil Abdelatif Wahbi tras conocer el veredicto.

 Respecto a los recursos presentados por la parte civil, representando a familiares de las víctimas, el Tribunal de Casación emitió sentencias que varían entre el rechazo de algunos recursos, la no aceptación de varias demandas de recurso y la extinción de otras solicitudes.

Según pudo constatar Efe, la audiencia, que ha durado un cuarto de hora, se ha desarrollado en un ambiente tranquilo sin que haya sentadas de solidaridad con las dos partes del contencioso, al contrario de lo que sucedió durante la fase de apelación.

En un comunicado conjunto emitido este mes, HRW y AI denunciaron que los condenados (ahora quedan 19 de ellos en la cárcel) cumplen penas "que les fueron impuestas en juicios empañados por denuncias de tortura" y basadas únicamente en sus confesiones ante la policía, sin otras pruebas.

El fallo de ayer se comunicó casi sin presencia en la sala, ni de los condenados ni de sus propios abogados, y tampoco había ningún medio de comunicación - a excepción de Efe - presente en la sala, lo que parece indicar las pocas expectativas puestas en este tribunal.

 La sentencia se produce en medio de una tensión sin procedentes desde la firma del acuerdo del alto el fuego en 1991, después de la intervención del Ejército marroquí, el pasado día 13, en la "zona colchón" de Guerguerat, situada entre Mauritania y el territorio saharaui administrado por Marruecos. Las fuerzas marroquíes irrumpieron en esa zona para romper el bloqueo impuesto desde el 21 de octubre por decenas de independentistas saharauis en el paso de Guerguerat, que para Marruecos representa un paso comercial terrestre vital y único con los países del oeste de África.

El Frente Polisario, que ha defendido el bloqueo de esa carretera transfronteriza, consideró que este paso supone una modificación ilegal del "statu quo" establecido por el acuerdo del alto el fuego, y que en ese paso solo la ONU tendría derecho a circular.

El desalojo con la fuerza del campamento Gdeim Izik, donde se habían instalado unos 25.000 saharauis para reivindicar derechos sociales, supuso en su momento el incidente más grave en el Sahara Occidental desde el cese de las hostilidades.

 Sin embargo, la incursión de las tropas marroquíes en la zona de Guerguerat, diez años después de los acontecimientos de Gdeim Izik, se ha convertido en el momento más grave en treinta años de vigencia del alto el fuego, hasta el punto de que no está claro si ese alto el fuego está ahora técnicamente vigente.

 El gobierno marroquí, que dice seguir comprometido con este alto el fuego, recalcó en varias ocasiones su compromiso con el mantenimiento de la paz, y subrayó que su operación en Guerguerat no va a ir más allá de la reapertura del paso fronterizo, mientras que el Polisario anunció la vuelta a las armas.