El Ministerio de Interior ha comenzado a cuatriplicar los trasladados de migrantes desde Canarias hacia la Península, ante la masificación que se está produciendo en los centros de acogida y no disponer de más plazas hoteleras para albergarlos. En las últimas semanas, el ritmo de los envíos de estas personas hacia la Península se mantenía en una media de 100 migrantes, que se han ido derivando en avión o barco a ciudades como Madrid o Barcelona, pero, ante el fuerte incremento que se está produciendo en la llegada de pateras, el Gobierno central ha decidido ampliar estos traslados hasta las 400 personas.
Aunque esas derivaciones van en aumento, la continua llegada de inmigrantes en pateras, cayucos o lanchas neumáticas en las dos últimas semanas ha vuelto a desbordar a las Islas. Desde el pasado fin de semana hasta ayer han arribado a la región unas 829 personas, pues a las 592 que llegaron entre el sábado y el domingo, hay que sumar las cerca de 318 que se contabilizaron entre las seis pateras que fueron rescatadas hasta el cierre anoche de la edición.
Unas 318 personas arribaron ayer a las Islas, tras un fin de semana en que las pateras dejan a 592
A las 2:20 horas de la madrugada de ayer llegó a Mogán una patera con 50 personas, entre ellas una mujer y un bebé; a las 3:25 horas desembarcó otra con 40 personas a Arrecife; y a las 5:10 horas llegaba otro cayuco con otras 19 a Lanzarote. Y a primera hora de la mañana, a las 8:15 horas, arribó otra patera a Mogán con 30 migrantes, mientras que a las 12:15 horas otra embarcación dejaba a otros 98 también en Mogán, de los que seis fueron trasladados a centros sanitarios, según el Centro de Emergencias del Gobierno canario. Por la tarde arribaba otra con 81 ocupantes al muelle de Arguineguín, según Cruz Roja.
Las cifras no paran de crecer. Si se mira sólo la pasada semana en que llegaron 1.533 migrantes en 52 pateras, el ritmo es de 219 personas diarios, según los datos de los servicios de emergencia. Esta tasa de 219 personas, que queda atenuada por el hecho de que en un día -el lunes- no hubo llegadas, multiplica por 2,5 veces el promedio del ejercicio más intenso de la llamada crisis de los cayucos de 2006. En ese año llegaron a las Islas 31.678 personas, lo que supuso un flujo de 87 migrantes diarios.
Gran Canaria soporta el mayor flujo de llegadas, aunque los cayucos más grandes se han localizado en las costas de Tenerife.
Con varias decenas de pateras llegadas a Mogán en estos días, la situación en el campamento de migrantes de Arguineguín se ha vuelto más dramática. Un total de 673 inmigrantes permanecían ayer en el campamento instalado en el muelle de Arguineguín, la cifra más alta alcanzada desde que se instalara hace más de un mes por la falta de centros de acogida.
Según informaron ayer fuentes de la Delegación del Gobierno de Canarias, el Gobierno de España sigue trabajando para derivar lo antes posible a los inmigrantes a centros adecuados para su alojamiento. No obstante, señalan que debido a la pandemia del coronavirus para su traslado es preciso obtener el resultados de las pruebas de PCR que se les practica a su llegada a las islas para descartar que puedan haber contraído esta enfermedad.
Bueno denuncia la situación de Arguineguín y amenaza con medidas judiciales
La falta de espacio bajo las carpas de Arguineguín ha obligado a 200 personas a dormir a la intemperie puesto que de golpe han pasado a albergar a más de 600 personas. Entre esas nuevas llegadas estaban cinco mujeres y un bebé.
Ante la situación de este campamento, la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, anunció ayer que esperará hasta el viernes para decidir si emprende acciones judiciales contra el Gobierno central por el trato que se está dando a los migrantes. “Se están vulnerando los derechos de las personas y no se les está dando una atención digna como está obligado a ofrecer un país como España", destacó. La regidora de Mogán se quejó de la “inacción" de Madrid, y dijo que aunque se ha comprometido a esperar hasta el viernes, después de esa fecha, si se mantiene la misma situación, llevará a cabo la demanda judicial.
De “parcheo” calificó Bueno la política migratoria del Gobierno central en Canarias. Cada vez hay más personas en Arguineguín, con calor por el día y frío de noche porque están junto al mar, y llevarlos a centros de acogida u hoteles es, a su juicio, sólo una forma de salir del paso. “Esto no es sólo más que la punta del iceberg porque esto va a ir a más, y Gran Canaria no puede ser el muro de contención de la migración y que Europa no sea solidaria”, subrayó.
Asimismo, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (NC), ha exigido que Europa y España activen una política de derivación para los inmigrantes, porque entiende que “están usando" a esta isla “como cárcel para evitar que lleguen al continente". Morales considera que la Isla vive una “tragedia de enorme calado humano" y “Europa tiene una estrategia clara de impedir que estas personas que buscan un nuevo modo de vida lleguen al continente", lo que “está convirtiendo ciertas zonas, como Lampedusa, Melilla o Canarias, en cárceles" para los inmigrantes.
Morales exige derivaciones y critica que se use Gran Canaria como una cárcel
Esto es “inadmisible", según el presidente del Cabildo, que ha exigido y reiterado que España “ponga en marcha las políticas de derivaciones necesarias para que estas personas lleguen al continente". España tiene “el 60% de las plazas libres para acoger a estas personas, que no está utilizando".
A su vez, cree “necesario" que Gran Canaria “disponga de centros de primera acogida dignos", porque hay instalaciones militares y del Estado que “se podrían utilizar y no se está haciendo".
Nueva Canarias considera que la respuesta del Gobierno de España a la presión migratoria es “muy decepcionante", ya que cuando responde lo hace “tarde y mal" y en ocasiones “carece de respuestas". El portavoz parlamentario, Luis Campos, reclama un “papel más activo y una política clara y definida" al Gobierno y considera imprescindible que se retomen los traslados de migrantes a Europa. Hacen falta “más medios, resultados y solidaridad" del Estado y de la UE, y Pedro Sánchez debe plantear la crisis migratoria de Canarias en la próxima conferencia de presidentes autonómicos, en presencia de Úrsula Von der Leyen, afirma Campos.
A su vez el portavoz de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento de Canarias, Casimiro Curbelo, ha reclamado que la UE refuerce la cooperación internacional para frenar la llegada de migrantes a Canarias.
Curbelo pide más medios ante la “situación límite” que alcanza el Archipiélago
“El Archipiélago está alcanzando una situación límite, por lo que son necesarias soluciones realistas cuanto antes", indica Curbelo, y señala que no hay que quedarse impasibles ante el drama que supone que cientos de personas lleguen a las islas buscando una oportunidad o huyendo de conflictos bélicos.
Vox pide la intervención del Ejército
El portavoz de Vox, Jorge Buxadé, defendió ayer que las Fuerzas Armadas colaboren con la Policía y la Guardia Civil en la acción de las mafias migratorias con el fin de frenar el incremento de la llegada de indocumentados a Canarias. Buxadé, en rueda de prensa en la sede de Vox en Madrid, alertó de que la situación que se vive en las Islas, y en otros lugares de la costa es “enormemente grave y requiere una reacción nacional”. Este mismo planteamiento ya lo defendió hace años el que fuera alcalde de La Oliva, en Fuerteventura, Domigo González Arroyo, precisamente en circunstancias parecidas en la que la Isla vio que no disponía de centros para atender a estas personas. Esta vez es el portavoz de Vox quien ha pedido la intervención del Ejército junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para “proteger el territorio nacional frente a la acción criminal” de las redes que trafican con inmigrantes. El portavoz de la formación que lidera Santiago Abascal acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de ser “cómplice con las mafias al permitirlas que campen a sus anchas”. A su juicio, el que hayan llegado a las costas canarias unos 9.000 inmigrantes en lo que va de año amenaza con convertir al Archipiélago en “una nueva Lampedusa”.
